Artículo publicado en COPE, 16 de marzo 2022 (ver la publicación en COPE)
Un restaurante de Zaragoza se alía con Adam Waczynsky para llevar ayuda a Ucrania
El jugador del Casademont Zaragoza y el restaurante “Pájaros en la Cabeza” van recoger material para llevarlo hasta Polonia, pero el transporte les cuesta casi 3.000 euros
Estos días estamos siendo testigos de miles de muestras de solidaridad con Ucrania, repartidas por toda Europa. En Zaragoza también decenas de lugares de recogida de material para ayudar a los refugiados. Hemos conocido la iniciativa del restaurante Pájaros en la Cabeza, en Juan Pablo II, 42. Allí, su propietario, Alberto Muñoz, está coordinando el envío de todo tipo de material para mandarlo a Polonia donde servirá de ayuda a los refugiados ucranianos que están consiguiendo cruzar la frontera.
Alberto estuvo trabajando durante 8 años en Polonia y “es algo que debo al país. Al final lo debes a la gente de bien y de paz” nos confiesa en COPE. Él se puso en contacto con Adam Waczynsky, jugador polaco del Casademont Zaragoza y juntos colaboran en éste proyecto. “Pensamos en llevar el material a Varsovia, allí hay un centro logístico de ayuda al refugiado”. Pero además son muchos los polacos que con sus vehículos particulares se trasladan a Ucrania para llevar la ayuda hasta donde pueden llegar. “La ayuda llega” asegura Alberto que nos cuenta que en Polonia están muy preocupados. La única frontera física que hay con Rusia es Ucrania. “Si desaparece ésta frontera ¿que hay?”, se pregutan asustados. Alberto explica que sus amigos polacos han cogido vacaciones y lo están dando todo porque ven que “hoy es Ucrania pero mañana pueden ser ellos”.
Tanto Waczynsky como Múñoz están intentando conseguir 34 palés de material para enviar a Polonia. Es una iniciativa totalmente privada. Cuentan además con la colaboración de varios colegios de Zaragoza que les están ayudando. Ellos recogen, en el propio restaurantes alimentos no perecederos, artículos de higiene tanto para niños como para adultos y medicación básica (paracetamol, ibuprofeno..) y primeros auxilios (vendas, gasas…) También se han implicado con ellos la papelera de Montaña, Lecta. “Ellos semanalmente traen uno de sus transportes y allí nos están paletizando toda la ayuda. Y cuando completemos los 34 palés, los mandaremos” nos explica Alberto. En un fin de semana han conseguido llenar cuatro palés porque la gente se está volcando. Además la recogida se realiza de forma muy transparente. Por ejemplo, hay gente que no puede traer esa ayuda, y entregan un donativo. Alberto se encarga de hacer un informe con el nombre y la cantidad donada. Después, desde Polonia les dicen lo que más necesitan, un palé de arroz o de pasta por ejemplo, y por último comprará éste material con ese donativo en algún centro comercial.
Pero el gran problema que tienen para hacer llegar la ayuda es el transporte. Por el momento están teniendo diferentes ofertas de empresas de transportes pero les están pasando un presupuesto de entre 2.500 y 3.000 euros, una cantidad difícil de asumir para un proyecto totalmente privado y solidario. Por eso, Alberto hace una llamamiento a las empresas de transporte: “Si alguna empresa se quiere implicar con nosotros y ayudarnos a conseguir el mejor precio nosotros encantados“ dice esperanzado.
Por lo pronto lo que no falta es la solidaridad zaragozana. El restaurante ha colocado unos carteles gigantes en la entrada. La gente se para y si en ese momento no tienen nada, vuelven la día siguiente a donar garbanzos, lentejas y sobre todo tema de niños. Han conseguido dos palés de pañales, “tenemos a veces en la puerta una montaña hasta arriba. Ha calado la imagen del niño indefenso” explica Alberto. Si tu también quieres implicarte en éste proyecto es tan fácil como acudir a éste restaurante Zaragoza y ofrecer esa ayuda que necesitan.
Pájaros en la cabeza, un ejemplo de compromiso
Alberto Muñoz, es el propietario y alma de éste restaurante especialmente comprometido con la sociedad. Ellos colaboran con Fundación Down Zaragoza, incluyendo en su plantilla a dos chicas con Síndrome de Down, María Ruíz y María Izuel. De hecho son pioneros en el sector en contratar a jóvenes con discapacidad. Es por eso que en 2019 recibieron el un reconocimiento a nivel nacional de CEPYME (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa), por la inclusión laboral de personas con discapacidad.